Un par de meses después de su enlace, Carmen y Nacho decidieron que Frigiliana era el marco propicio para su postboda. Una localidad llena de luz, con rincones mágicos y que cada esquina es buena para una fotografía.
Un paseo largo y con calor pero eso no quitó que disfrutásemos de sus calles y sus rincones. Frigiliana es única, de mis lugares fotográficos favoritos de toda la provincia y por ello me encantó su elección. La novia lució radiante, al igual que el novio, como si aquel 18 de junio volviese a la mañana del 03 de septiembre.
Con este trabajo cierro unos meses de preparación con una pareja muy especial para mi. Os deseo lo mejor y lo seguiré viendo cada día de vuestra vida. Gracias por todo.
Aquí tenéis algunas fotos de esta postboda:
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