Javi y Marina , una vez casados decidieron tener su propia postboda. Así querían ir sin prisas, de una manera rápida, y por qué no, disfrutar de sus trajes una vez más.
Por eso, decidimos volver al lugar donde se casaron y empezamos la postboda en El Seminario, un enclave precioso por sus numerosos rincones. Este no fue el único lugar, si no que también podéis ver en la segunda parte de la sesión, una finca preciosa en Pizarra (Málaga). Una casa con aires rurales y muy costumbrista, que dieron el toque necesario para una mañana perfecta de fotos.
Las postbodas siempre sirven para disfrutar de la sesión, controlar mejor la luz, tener un día sin prisas y no estar agobiado por todo lo que se vive en el día del enlace.
Aquí tenéis un resumen de su postboda, gracias Javi y Marina por valorar mi trabajo y por ser tan atentos en estos meses.
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