En estos tiempos y para una mejor sesión, suelo realizar las llamadas «precomuniones». Realizar un reportaje a medida del cliente y antes de la comunión, para que en el día tan especial para los niños, no tengan que estar posando, con el cansancio que ello conlleva.
Así fue en la Comunión de María. Un mes antes pude realizar las fotos en estudio y además, trasladarnos hasta Frigiliana para realizar la sesión en exterior que pedían.
María estuvo a la altura el día de su sesión de fotos, disfrutó de la Primera Comunión sin pensar en las fotos y además, pudo mostrar en su día el álbum de fotos digital que realicé y tener los recordatorios para todos sus familiares y amigos.
Aquí os dejo algunas fotos de su amplia sesión de fotos. Además de para ella, fue un día especial para mi, por todo el cariño que le profeso.
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